El rebusque y los trabajos informales cada día toman más fuerza en Colombia. Aunque no hay cifras concretas y especificas por parte del DANE, se estima que existen entre 120.000 a 150.000 personas que se dedicadan a la venta informal o rebusque. Cerca de 50 mil más que hace ocho años. Hoy por hoy, es común ver a las personas, como se dice coloquialmente «ganándose la papita» en la calle, ya sea vendiendo comida, algún artículo o por medio del arte.
Uno de estos trabajos informales es la venta de empanadas en horario nocturno. Algunos, seguramente, ya sabrán o han visto de que se trata este negocio. Los lugares más comunes y conocidos por parte de la ciudadania en donde se pueden observar a mujeres vendiendo tinto y empanadas, son en la calle 80 con avenida Boyacá, más exactamente en frente del centro comercial Titán Plaza, otro punto bastante conocido es en la avenida novena con calle 134. Pero un punto que está tomando bastante fuerza está ubicado en la calle 147 con carrera séptima.
Aun no son las ocho de la noche y en frente del centro comercial Show Place ya se ven estacionados más de 10 taxis y no precisamente para esperar pasajero. Doña María, o Mary, como le dicen los más cercanos, se demora más bajando sus cosas que esperando a que lleguen sus clientes. Una mesa Rimax, gaseosas, tintos, aromáticas, 140 empanadas y 5 horas de trabajo diarios son suficientes para sacar adelante a su familia y aunque el frio insesante de la noche capitalina golpea con fuerza, a medida que pasa la noche, llegan y llegan clientes, para combatir ese frio con una empana caliente.
Esta es la historia de Doña María: