El Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, encargado de velar por la seguridad de los menores colombianos aseguró que no tenía conocimiento del problema de consumo de sustancias psicoactivas en los colegios, no solo en el Marco Fidel Suarez se han presentado este tipo de problemas, han habido varios casos en diferentes puntos de la ciudad, pero el ICBF dentro de su red del distrito no ha cumplido con su principal objetivo que es proteger al menor.
El desconocimiento de la entidad responde a la falta de reporte de los diferentes casos, Diana Tovar, psicóloga del ICBF, explica el manejo que se ha dado en estos casos:
La única entidad pronunciada al respecto es la personería que piensa construir un colegio donde estudien todos los menores que tengan adicción a las drogas, por otro lado la secretaria de salud comenzará a dictar charlas a los menores acerca de los peligros de esta sustancia
Es absurda e indignante la manera en la que el ICBF busca quitarse toda responsabilidad de lo que está sucediendo en los colegios distritales. El ICBF siendo una institución tan importante y con una responsabilidad tan grande, debería realizar su tarea, haciendo profundas investigaciones como mínimo una o dos veces al mes en cada colegio, pues se sabe que hay varias entidades que están vinculadas con éste, que podrían colaborar con esta labor.
Además, aunque la personería hace un esfuerzo por buscar soluciones frente a esta problemática, la propuesta de construir el colegio no sería la salida o disminución de estos problemas, ya que se sabe que si los jóvenes adictos a las drogas, están rodeados de otros en sus mismas condiciones, es imposible que el consumo disminuya, pues compartirán conocimientos sobre drogas y esto generaría una problemática aún más grande. Incluso, aunque no se esté haciendo con el propósito de marginar a estos jóvenes, se podría ver así.
La solución estaría en realizar investigaciones y además de sólo charlas que pretendan concientizar, deberían hacerse como tipo de salida pedagógica, algunas visitas a fundaciones en las que se vean personas drogadictas. Si bien es cierto, no todos los estudiantes le darán importancia a esas consecuencias, la mayoría reflexionarán y de esta manera, es posible que se disminuya el consumo de sustancias psicoactivas.
Me parece tenaz que el ICBF como entidad no tenga de manera clara qué hacer con este problema, son nuestros niños y niñas los que están en juego!!!!
Me parece algo increíble de entender que el ICBF no esté prestando total atención a la seguridad de los menores en los distintos colegios del distrito, pues es una problemática que se viene presentando de varios años atrás, y que sea a raíz de un escándalo como el ocurrido en el colegio Marco Fidel Suárez que se empiecen a tomar cartas sobre el asunto.