“Comencé a robar a los 17 años y se me fue el mundo”

Bogotá
Treinta años después vender dulces, hacer amigos y contar sus experiencias más frías es su realidad en Bogotá

El vendedor de Dulces afirma que tener que robar no siempre es una simple elección sino que también es la única alternativa para sobrevivir en el sistema cuando no se tiene ni educación, dinero, ni un techo donde vivir.

Actualmente, según cifras el Ministerio de Educación, la tasa de inasistencia escolar en el país es del cinco por ciento. Alejandro Gaviria, decano de la facultad de Economía de la Universidad de los Andes, afirma: “una de las causas de reducción de las posibilidades laborales para una persona es la falta de educación”.

Después de ser el ladrón más temido de “cinco huecos”,  sobrevivir a un grupo de  limpieza social con siete tiros y tres puñaladas, después de estar en la cárcel, sufrir las consecuencias del alcoholismo, la indigencia y la drogadicción,  Cervantes contó cómo fue su vida cuando comenzó a robar y cómo se le fue el mundo y las oportunidades.

  Por  Juliana Rodríguez

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