Luego de cinco años de negociaciones en La Habana, Cuba, el país se encontraba a la expectativa, el 24 de agosto se anuncia el acuerdo final entre el gobierno de Colombia y las FARC – EP (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia – Ejército del Pueblo), un acontecimiento que gustó y emocionó a unos pero que indignó y enfureció a otros.
Hoy Colombia y el mundo fue testigo de un acto que pasará a la historia. A las once de la mañana la carrera octava, en el centro de Bogotá, se encontraba colmada de carros y personas que se dirigían a la Casa de Nariño. A lo lejos se podía ver una multitud tratando de pasar el primer filtro para poder presenciar este momento solemne; más allá, un segundo filtro que daba directamente a la plaza de las armas del Palacio Presidencial.
El escenario era el espacio ideal para sentirse colombiano. Decenas de personas emocionadas cargaban banderas de Colombia con el “SÍ” estampado en ellas y una paloma blanca a su lado. Allí se integraban cada una de las minorías y sectores sociales de nuestro país, víctimas del conflicto armado, indígenas, campesinos, representantes de la comunidad LGTBI, estudiantes, periodistas y ciudadanos que simbólicamente unían a todo un país en torno a este hecho.
Llegó el medio día y el sol, en lo más alto, iluminaba la salida del presidente Juan Manuel Santos de la Casa de Nariño, con una sonrisa y las 297 páginas del acuerdo final en su mano izquierda, atadas con una cinta tricolor. El jefe de Estado, acompañado por su esposa y sus hijos, pasaba por la calle de honor que había formado cada una de las personas invitadas, y que lo conduciría a la entrada posterior del Capitolio Nacional.
Hacía las 12:30 de la tarde; oficialmente, el presidente de Colombia hacía entrega de los acuerdos finales de paz al presidente del Congreso, Mauricio Lizacano, junto con unas palabras que desatarían la euforia de los asistentes.
Ahora los acuerdos inician su trámite en el Congreso y la discusión se dará a partir del lunes 29 de agosto a las cuatro de la tarde. El Alto Consejero para el Postconflicto, Derechos Humanos y Seguridad, Rafael Pardo Rueda, explicó para POLIRADIO lo que se vivirá en los próximos días.
Las universidades juegan un papel de vital importancia en la construcción de la paz de nuestro país; el reconocimiento de este papel lo ha hecho la Ministra de Educación Nacional, Gina Parody.
En este momento histórico, la Institución Universitaria Politécnico Grancolombiano se hizo presente, el decano de la Facultad de Mercadeo, Comunicación y Artes, Sergio Hernández Muñoz; la directora del Departamento Académico de Comunicación, María Isabel Cortés Cortés y la directora de Unidad de Investigación Periodística, Juliana Castellanos Díaz asistieron a la entrega de los acuerdos al Congreso. El decano Sergio Hernández dio a conocer las oportunidades que considera ahora se tienen luego de la firma de los acuerdos.
Como lo dijo el presidente “todo está acordado” y como lo decían los asistentes “sí se pudo” la cita es ahora para la población colombiana que tiene una cita el domingo 2 de octubre para votar el plebiscito y la recomendación por parte del gobierno, la academia y los analistas es votar, e ir a votar informados; por lo que se hace la invitación para hacer una lectura juiciosa de los acuerdos.
Este acuerdo no es el fin de la guerra pero si es el primer paso para un camino hacia la paz de un gran país, como en todo hay unos que comparten el acuerdo y otros que su gran rencor se los impide.