Frenar la violencia contra la mujer, un  reto de toda la sociedad

Las víctimas del maltrato deben denunciar las agresiones para que no queden en la impunidad.
Las víctimas del maltrato deben denunciar las agresiones para que no queden en la impunidad.

Una discusión de pareja en la calle que termina con una agresión del hombre a la mujer es tal vez la forma más clara y simple de ver  qué tan tolerante se es frente a la violencia contra la mujer.

No hay que hacer una búsqueda exhaustiva para encontrar noticias relacionadas con la violencia de género en Colombia. Por ejemplo, la muerte de Lady Johana Hernández, una madre de 28 años que apareció sin vida en un caño del sur de la capital y el caso de una joven de 17 años que fue asesinada por su esposo, de 30 años, en Barranquilla.

Así lo evidencia la Segunda medición sobre la tolerancia social e institucional de la violencia contra las mujeres, elaborada por la Consejería Presidencial para la Equidad de la Mujer y con el apoyo de ONU Mujeres, la cual encuestó a 2.937 personas en 10 ciudades del país y esta afirma que El 37 porciento de los colombianos consideran: “las mujeres que se visten de manera provocativa se exponen a que las violen”, el 19 porciento piensa: “una buena esposa debe obedecer a su esposo así no esté de acuerdo”, el 18 porciento dice: “los hombres de verdad son capaces de controlar a sus mujeres” y el 26 porciento de la población sostiene: “es normal que los hombres no dejen salir sola a su pareja.

La encuesta revela otros datos, como que en el 23 porciento de los casos, los agresores son los padres, en el 22 porciento los compañeros y en el 17 porciento los esposos. Pero esta encuesta no solo mide la violencia de género, sino la percepción que tienen las mujeres frente a la violencia. El 66 porciento dijo: “cuando los hombres están bravos es mejor no molestarlos”.

El sociólogo Javier Franco afirma que “El cambio de imaginarios, actitudes y prácticas sobre el lugar subordinado que ocupan las mujeres en la sociedad no se logra de un día para otro”.

Por Katherine Rubio