El arte corporal, más conocido como Bodypainting, regresa a finales del siglo XX. Donde el artista plasma diferentes dibujos y colores en el cuerpo de la modelo, permitiendo aplicar pigmentos para afirmar su identidad y la pertenencia a su grupo.
Antiguamente distintas tribus indígenas se aplicaban esta pintura con ayuda de arcilla o carbón. Eran utilizadas en ritos especialmente en África, Islas del pacifico, Austria, entre otras. Asimismo, en diferentes rituales solían pintar todo el cuerpo a los guerreros para causar temor a sus enemigos. Igualmente, este maquillaje servía como protección contra los espíritus malignos. Aunque las mujeres implementaron esta técnica debido a que querían ser más atractivas y demostrar sensualidad a sus admiradores.
El bodypainting es la ascendencia de los tatuajes, que por medio de dibujos pequeños y decoraciones completas expresan vibraciones y sentimientos logrando conectar su espíritu y cuerpo a la realidad. Mauricio Báez, artista corporal más conocido como Esbinote brinda el contexto del bodypaint.
El cuerpo es un lienzo y escenario de una obra que por medio de performance comunica situaciones, vivencias, sensibilidad, pasión entre otras. Conectándose la parte plástica con la corporal, que penetra en los poros y permite descubrir lo que puede llegar a hacer por la piel. María Paula Maldonado, modelo de Bodypainting nos cuenta lo vivido al hacer performance.