En la ciudad de Bogotá es común encontrarse con vendedores ambulantes de todo tipo de productos, desde alimentos empacados, flores, accesorios y hasta libros para dibujar o cd de música; un empleo poco formal pero que muchas veces es necesario para poder llevar un sustento al hogar de estas personas.
Según el más reciente censo del IPES (Instituto para la economía social), hay 49.200 vendedores informales registrados en la ciudad, quienes trabajan en 14 localidades, por ejemplo, en la localidad los mártires, donde se encuentran los vendedores de rosas y flores en los semáforos, se registran 3.364 vendedores.
Marta, vendedora del lugar, relata como a diario sale a trabajar con ayuda de su hermana.